miércoles, 30 de enero de 2008

Yo, solo yo.

Yo, solo yo.Estoy cansado. quiero ser yo y nadie más. Nadie que me moleste. Nadie a quien dar explicaciones. Siento que todo este tiempo solo asentí a lo que los demas querían y a los que hacía sentir bien. Y Yo que? Creo que es la primera vez que hago un reclamo de verdad. Y si quiero ir al cine? a nadie parece importarle. Si bien amo a quien amo no parecce sentir lo mismo que yo. Me cuesta . Todo me cuesta. Nunca nada fue facil para mí. De laburar en el año 2000 por $1 la hora a lo que vivo hoy, solo pido comprension y un poco de amor. Amor verdadero. No creo ser alguien tan dificil de amar. No le hago la vida imposible a nadie, no pido grandilocuencias: ir al cine es mucho pedir? No sé. Sólo entiendo que no voy a renunciar a ser feliz. Solo o acompañado solo importo yo y nadie más: Celeste al que le cueste. Sino, palo y me voy.

martes, 8 de enero de 2008

34º a la sombra

¿Qué actitud puede tener uno con 34º de calor a las 12.05 del mediodía del segundo martes del año 2008? Estoy en casita haciendo huevo, sin ganas de leer o de escribir o de trabajar o de hacer cualquier cosa que involucre alguna relación entre dos o más neuronas. Los ventiladores no alcanzan y es posible que con esto de la crisis energética me quede sin luz en cualquier momento. Entonces ahí propondré una visita al shopping que seguramente será rechazada y ocasionará una breve discusión. El resultado final será que me quede en casa porque él no quiera venir conmigo y que yo no pueda irme solo porque no puedo hacer nada solo. Todo lo tengo que hacer con la grata compañía de alguien. Mientras tanto, el programa detector de Ads sigue trabajando. Esas ventanitas emergentes me tienen cansado.

martes, 1 de enero de 2008

Tengo tantas cosas dandome vuelta en la cabeza. Tantas ideas que me resultan imposibles de trasladarlas a palabras que no sé ni siquiera para qué me pongo a escribir. Quisiera cambiar muchas cosas de mí, pero si lo hago dejaría de ser yo. Quizás todavía no sé muy bien quién soy. Tampoco creo saber muy bien qué quiero. Cuál de las dos cosas será peor. No saber qué quiero o no saber quién soy. A veces no sé cuál es el camino, porque tampoco sé hacia dónde voy. Sé que tengo ganas de muchas cosas y a veces no me animo a hacerlas o espeo la mínima aprobación de alguien para poder empezar. Eso sí que quiero cambiarlo. Me gustaría tener inicativa propia y no esperar un empujoncito de los demás para poder comenzar. Algunas cosas terminaron. Quiero que otras empiecen. Y quiero que otras terminen, pero bien. No es que las cosas que terminaron lo hayan hecho en una mala forma pero tengo el temor, siempre recurrente, que las cosas cuando terminan lo hace mal o que si algo se acaba es malo. Tendría que animarme a decirle chau a muchas cosas. Solo yo sé cuáles son. Hace calor, anoche no podía dormir y era lo que más anhelaba: un sueño tranquilo y reparador y dejar de pensar un buen rato. Quiero dejar de ser complaciente y estoy harto de que me digan que siempre se hace o hay que hacer lo que yo quiero. No es así. Y si a veces actuo en contra de mi propia voluntad, no es porque realmente sea así sino porque es lo que quiero: cuándo se van a dar cuenta que quiero estar bien. Que quiero. No necesito decirlo, lo demuestro. Eso deberían hacer los demás. Hablar menos y hacer más. Siempre me molestó mucho mi introversión. Cuando logré superarla, empezó a molestarle a los demás. Prefiero que mis cosas me molesten a mí y no al resto, que al final son solo eso, restos. Si mis actos o palabras lastiman, molestan, duelen, pensá que las tuyas pueden hacer lo mismo. No quiero tener más responsabilidades que la de mí mismo. No ser responsable de nadie ni de nada, excepto yo. Puede no tener principio ni fin esto que escribo pero me ayuda a darme cuenta quizás de lo que me pasa. Y si alguna vez lees esto, que en realidad es lo que menos me interesa, no me lo digas porque no quiero saberlo.