La cajera del supermercado pasaba, desganada, cada artículo que compré. Antes le había dado 2 facturas servicios para pagar (fueron 3 pero a una no la "tomaba el sistema"). Parecía dormirse a las 12.30 del medidoía de un gris y aburrido jueves. Al menos para mí lo era.
Cuando termina me tira: -noventaycuatroconnoventayocho. Le doy un billete de 100, prepara el vuelto, lo cuenta y me mira: -tenés un aire a Jiú Grand
-¿?
-El de 5 bodas y ...nunca te lo dijeron?
La gente detrás mío me estaba odiando por pagar servicios en el supermercado, pedir factura A para la mitad de los productos y pedir ticket para el resto.
-Ah! El de 4 bodas y un funeral.
-Sí, ese. Lo conocés?
-Me dijeron que me parezco a mucha gente (no iba a ennumerar, podía comerme una piña por parte del señor que estaba detrás mío) pero nunca a Hugh Grant.
Salgo cargado con cuarentipico de bolsas y me viene una reflexión a la mente mientras esquivo cholas en la puerta del Coto de Pompeya, al africano que vende collarcitos y a los eventuales caminantes: Do I look british?
